Durante los últimos años hemos asistido al proceso de cambio educativo, que ha ido evolucionando de la Educación Especial segregada a la integración educativa y, desde ahí, a la inclusión como derecho fundamental de la persona a no ser excluida de ningún ámbito de la vida (Thoma y Loxley, 2011).

La Educación Inclusiva refleja la búsqueda de la equidad e igualdad de derechos entre todas las personas. La inclusión es un proceso de mejora y de innovación, lo que supone continuos esfuerzos.

Desde esta perspectiva, referirnos a la Educación inclusiva es pensar no sólo en los niños discapacitados, es hacerlo también en los que viven en la pobreza, la marginalidad, en los que pertenecen a etnias no mayoritarias, en los que hablan lenguas minoritarias, en los que viven en zonas con poca accesibilidad y en aquellos que son excluidos y marginados por su género. Es centrarnos en todos los alumnos, especialmente en los más vulnerables.

Y en este sentido las TIC nos pueden servir para ayudar a una serie de aspectos como son: poner en acción mejores o nuevo aprendizajes, establecer con ellas innovaciones pedagógicas y cambios organizacionales, facilitar los procesos de comunicación y la ruptura de la unidad tiempo, espacio y acción, que es donde se desarrolla la acción formativa tradicional.

Al mismo tiempo, debemos aprender que las percepciones que teneos sobre las aplicaciones de las TIC en los procesos formativos han ido variando, y existen tres diferentes formas de aplicarlos: TIC (Tecnologías de las información y la Comunicación), TAC (Tecnologías para el Aprendizaje y el Conocimiento) y TEP (Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación).

Desde la perspectiva TIC, estos recursos son percibidos como facilitadores y trasmisores de información y recursos educativos para los estudiantes, que pueden ser adaptados a las necesidades y características independientes de los estudiantes, pudiendo conseguir con ellos una formación audiovisual, multimedia e hipertextual.

La relación de las TIC con la Igualdad y la diversidad se puede percibir desde una doble perspectiva; por una parte, que con su uso se puede favorecer una educación de calidad, y eliminar las barreras que impiden el acercamiento de todas las personas al hecho educativo ya que para algunas personas la tecnología es la única vía de acceso al mundo educativo y de la cultura; y que con su diseño podemos potenciar tanto la creación de entornos accesibles como entornos discapacitadores, y que con el no facilitar el acceso a determinados colectivos se crea una nueva forma de exclusión social.